7 principios Fundamentales son los que rigen a nuestra institución, el Movimiento más grande del mundo conformado por la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR), el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), y las 189 Sociedades Nacionales, dentro de las cuales se encuentra Cruz Roja Salvadoreña, todos siguiendo los principios de Humanidad, Imparcialidad, Neutralidad, Independencia, Voluntariado, Unidad y Universalidad, los cuales fueron adoptados por la XX Conferencia Internacional de la Cruz Roja en Viena, en octubre de 1965, y que en su conjunto son el punto de partida de toda acción que realiza la Cruz Roja en toda circunstancia.

Cruz Roja Salvadoreña al igual que las otras Cruces Rojas de otros países actúa como auxiliares de sus respectivas autoridades públicas en el ámbito humanitario. Proporcionan una amplia gama de servicios, tales como asistencia en casos de desastres, actividades de salud y apoyo social. En tiempo de guerra, pueden asistir a la población civil y apoyar los servicios de salud de las fuerzas armadas

. Los principios fundamentales son el cimiento de la identidad del Movimiento, la adhesión a estos principios garantiza la naturaleza humanitaria de la labor del Movimiento y aporta cohesión a la amplia gama de actividades que despliega en todo el mundo. Los principios fundamentales son el vínculo común de todas las Cruces Rojas que difieren considerablemente en cuanto estructura, cultura y miembros.

¿En qué consiste cada uno de nuestros principios?

Humanidad:

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja que ha dado nacimiento la preocupación de prestar auxilio, sin discriminación, a todos los heridos en los campos de batalla, se esfuerza, bajo su aspecto internacional y nacional, en prevenir y aliviar el sufrimiento de los hombres en toda circunstancia. Tiende a proteger la vida y la salud, así como a hacer respetar a la persona humana. Favorece la comprensión mutua, la amistad, la cooperación y una paz duradera entre todos los pueblos.

Imparcialidad:

No hace ninguna distinción de Nacionalidad, raza, religión, condición social, ni credo político. Se dedica únicamente a socorres a los individuos en proporción con los sufrimientos, remediando sus necesidades y dando prioridad a las más urgentes.

Neutralidad:

Con el fin de conservar la confianza de todos, se abstiene de tomar parte en las hostilidades y, en todo tiempo, en las controversias de orden político, racial, religioso, e ideológico. El movimiento debe tomar partido de palabra o de hecho, en ningún momento o lugar, ni dar esa impresión. Esta condición permite a sus componentes llegar a las personas que necesitan ayuda en la crisis y mantener un dialogo con las partes involucradas en conflictos y otras situaciones de violencia.

Independencia:

El Movimiento es independiente auxiliar de los poderes públicos en sus actividades humanitarias y sometidas a las leyes que rigen los países respectivos, las Sociedades Nacionales deben, sin embargo, conservar una autonomía que les permita actuar siempre de acuerdo con los principios de la Cruz Roja.

Voluntariado:

Es un Movimiento de socorro voluntario y de carácter desinteresado. Denota la motivación humanitaria de todas las personas que lo conforman.

Unidad:

En cada país solo puede existir una sola Sociedad de la Cruz Roja o de la Media Luna Roja, que debe ser accesible a todos y extender su acción humanitaria a la totalidad del territorio.

Universalidad:

El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna, en cuyo seno todas las Sociedades tienen los mismos derechos y el deber de ayudarse mutuamente, es universal. Por lo tanto, gracias a sus voluntarios y quienes conforman la Cruz Roja, nos encontramos arraigadas en las comunidades locales y ayudamos a estas a fortalecerse y hacerlas más resilientes.